jueves, 18 de octubre de 2012

WHEN YOU HAVE A CRUSH


Sí, creo que fui la afortunada victima de alguna flecha perdida de Cupido. Dígame yo, tan profesional y tan seriecita suspirando por un amor a segunda vista.

Pero igual es genial. Esa sensación de sentir que te movieron el piso (porque lo de las mariposas me suena a cólico y prefiero la sensación de mover el piso).

Muchas veces he tenido que responder a la pregunta de que busco en una pareja, de por qué no tengo novio “si eres tan bonita” ...

Las mujeres a veces andan buscando un príncipe azul, ese que si existiera parecería recién sacado de una película de extraterrestres. Uno que se corte y de sus venas brote sangre azul, con una sonrisa Colgate, caminar de modelo, abdomen achocolatado, nobles sentimientos, pensamientos puros ... Y por supuesto castillo (o en su defecto gran casa o mansión), caballo blanco (o un Ferrari),  familia de la realeza ( o gente con plata y apellido famoso), futuro heredero al trono del Rey.

Sin duda alguna la culpa fue de Disney.

O quizás no toda, yo también recuerdo a Aladdin, ese morenazo que compartía sus manzanas con el mono y el pan con los niños pobres. El que tuvo la suerte de encontrarse la lámpara mágica y quiso ser príncipe sólo para poder conquistar a la caraja que le gustaba (que inconvenientemente no era pobre, ni tenia madrastra, ni limpiaba pisos, sino que le toco ser princesa y tener de mascota a un tigre).

Aladdin que la fue a buscar al balcón (al mejor estilo de Romeo y Julieta pero sin la parte del veneno y la cortada de venas) la llevo a pasear por el cielo y aprovecho la oportunidad para cantarle… Aladdin que era un príncipe pero sin el oro.

Terrible el materialismo de estos días. Terrible “tener que” enamorarse con el cerebro y no con el corazón, con la lógica y no con los sentimientos, con la cartera y no con las intenciones.

¡Aladdin sálvame!

¡Chapulin sálvame!

Que el dinero no compra la felicidad.
Que los apellidos no roban suspiros.
Que sólo lo autentico acelera los latidos.



OMGabi!


1 comentario:

  1. Hermoso, Gabi. Qué certera tu visión sobre el materialismo en el amor. Y yo me pregunto ¿para qué alguien con la vida resuelta? La diversión no está acaso en resolverla juntos?

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