martes, 11 de septiembre de 2012

No tengo sobrepeso, es exceso de belleza.


Y otras formas de responder a las críticas.




Estaba sentada es unas bancas de esas de plaza, cerca de unos arboles hablando de trivialidades con personas unos 20 años mayores que yo.

De pronto alguien dice:
-          yo siempre lo digo, por qué alguien apenas te ve dice: si estáis gordo! Vais a rodar! Estáis comiendo sin sal! Es una grosería, una falta de respeto, qué importa si estáis gordito mientras tengáis salud.

Enseguida sonreí, pues dos minutos antes, una de las personas que estaba allí me dijo al saludarme: ¿engordaste unos kilitos en vacaciones no? A lo que respondí con una gran sonrisa: la buena vida.

Minutos después estábamos hablando de un gran hombre, cuyos proyectos culturales eran notables e irradiaba alegría, un señor de esos que llaman “bonachon y sangre ligera”. Lamentablemente el señor había muerto recientemente; luego  de unos minutos me entero de que se hizo un baypass gástrico, al parecer estaba engordando mucho, la operación se complico, adquirió una bacteria, se infecto y luego de un mes murió.

¿Lamentable no? Sus amigos ahora comentaban que debió haber hecho dieta, ejercicio, cambiar sus hábitos, etc. y no exponerse a la operación. ¿Pero que tal si había tenido un poco de sobre peso toda su vida? ¿Que tal si siempre le había gustado mucho comer? Realmente debe ser muy difícil desayunar cereal y cenar a las seis de la tarde con pollo a la plancha para quien toda su vida a desayunado par de pastelitos y una coca cola, y para cenar frecuentaba alguno de los suculentos sitios de comida rápida marabina.

Los deportista acaban realmente cansados y hambrientos luego de cada entrenamiento, que se los digo yo que sé lo que es nadar 5 días a la semana, dos horas diarias. Imaginen entonces el sufrimiento que debe ser dar al menos dos vueltas a la vereda para una persona que siempre ha llevado una vida sedentaria… ¿y además después esperan que cene como un pajarito?

Cuando todo el mundo te dice que estas gordo, tienes hambre, estas cansado de intentar hacer alguna actividad física y además tienes el dinero para pagar una operación que promete eliminar el sufrimiento de manera milagrosa en cuestión de horas no parece tan descabellado optar por el quirófano, aunque eso implique muchos riesgos.

Eso sin hablar de las chicas a las que la naturaleza no les regalo un 90 60 90 o una nariz “perfilada”; o de las madres de dos niños a los que las gravedad empieza a afectarles…

En una sociedad superficial, en la que al parecer se pusieron de moda las extensiones y el photoshop es difícil mantener una autoestima sana ¿no creen? Que tal si la próxima vez preguntan sinceramente ¿cómo estas? ¿Cómo te sientes? E intentan mirar a los ojos y percatarse de lo que realmente importa y en vez de hacer una crítica se esfuerzan por pronunciar un cumplido.

¿Después de todo estoy convencida de que para ser feliz haciendo las cosas más divertidas de la vida no necesitas ser un modelo de revista o si?

OMGabi!



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