Y otras formas de responder a las críticas.
Estaba sentada es unas bancas de esas de plaza, cerca de
unos arboles hablando de trivialidades con personas unos 20 años mayores que
yo.
De pronto alguien dice:
- yo siempre lo digo, por qué alguien apenas te ve dice: si estáis gordo! Vais a rodar! Estáis comiendo sin sal! Es una grosería, una falta de respeto, qué importa si estáis gordito mientras tengáis salud.
Enseguida sonreí, pues dos minutos antes, una de las personas que estaba allí me dijo al saludarme: ¿engordaste unos kilitos en vacaciones no?
A lo que respondí con una gran sonrisa: la buena vida.
Minutos después estábamos hablando de un gran hombre, cuyos
proyectos culturales eran notables e irradiaba alegría, un señor de esos que
llaman “bonachon y sangre ligera”. Lamentablemente el señor había muerto
recientemente; luego de unos minutos me
entero de que se hizo un baypass gástrico, al parecer estaba engordando mucho,
la operación se complico, adquirió una bacteria, se infecto y luego de un mes
murió.
¿Lamentable no? Sus amigos ahora comentaban que debió haber
hecho dieta, ejercicio, cambiar sus hábitos, etc. y no exponerse a la
operación. ¿Pero que tal si había tenido un poco de sobre peso toda su vida? ¿Que
tal si siempre le había gustado mucho comer? Realmente debe ser muy difícil
desayunar cereal y cenar a las seis de la tarde con pollo a la plancha para
quien toda su vida a desayunado par de pastelitos y una coca cola, y para cenar
frecuentaba alguno de los suculentos sitios de comida rápida marabina.
Los deportista acaban realmente cansados y hambrientos luego
de cada entrenamiento, que se los digo yo que sé lo que es nadar 5 días a la
semana, dos horas diarias. Imaginen entonces el sufrimiento que debe ser dar al
menos dos vueltas a la vereda para una persona que siempre ha llevado una vida
sedentaria… ¿y además después esperan que cene como un pajarito?
Cuando todo el mundo te dice que estas gordo, tienes hambre,
estas cansado de intentar hacer alguna actividad física y además tienes el dinero
para pagar una operación que promete eliminar el sufrimiento de manera
milagrosa en cuestión de horas no parece tan descabellado optar por el
quirófano, aunque eso implique muchos riesgos.
Eso sin hablar de las chicas a las que la naturaleza no les
regalo un 90 60 90 o una nariz “perfilada”; o de las madres de dos niños a los
que las gravedad empieza a afectarles…
En una sociedad superficial, en la que al parecer se
pusieron de moda las extensiones y el photoshop es difícil mantener una
autoestima sana ¿no creen? Que tal si la próxima vez preguntan sinceramente
¿cómo estas? ¿Cómo te sientes? E intentan mirar a los ojos y percatarse de lo
que realmente importa y en vez de hacer una crítica se esfuerzan por pronunciar
un cumplido.
¿Después de todo estoy convencida de que para ser feliz
haciendo las cosas más divertidas de la vida no necesitas ser un modelo de
revista o si?
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