Los sueños se hacen realidad.
Este dos mil doce vaya que fue
genial. Definitivamente es más fácil llegar cuando sabes a donde vas.
Sin duda el asunto de salir a
media noche con la maleta funcionó y bien. Quizás el vestido largo, escotado y
amarillo que use para despedir el 2011 también influyó, o quizás todas esas
cosas son patrañas y simplemente hice lo correcto para lograr lo que esperaba. Ni
suerte ni azar ni cábala, simplemente muchas ganas.
El año comenzó relajado, relajadísimo,
con dos semanas de esparcimiento natural versus shopping en la hermosa isla de
Margarita-Coche y un poco de Puerto la Cruz. De recuerdo me quedo una pantalla
de 32 pulgadas, unos zapatos de tres colores y un álbum de fotos en el que
autoproclame que vivo para vacacionar y trabajo para pagar las vacaciones.
Febrero no pudo estar mejor. Resulta
que el carnaval lo pase en Brasil, me quede en una casa con piano y chelo,
camine muchísimo y volví para organizar una gran y fabulosa fiesta de
aniversario que resultó, como todas las fiestas que organizo, todo un éxito del
que hablaron por semanas.
Así continuaron los días y para
semana santa cumplía otro sueño/meta/ideaLoca ; cinco días entre naturaleza,
caminando, acampando, con todo lo que necesitaba en un morral a la espalda,
descubriendo que siempre somos capaces de dar más de lo que creemos, que cuando
prestas atención escuchas sonidos que antes no conocías aunque sonaban a tu
alrededor, superas los miedos que antes te dejaban sin movimiento y caminas sintiéndote
libre como el viento, como el pensamiento, sin ganas de volver.
Además descubrí que sé cocinar,
en serio, ahora resulta que hasta veo programas de cocina, aprendo recetas,
compro ingredientes y lo mejor, a la gente le gusta lo que preparo.
Con los días, en la vida, conocí
gente, mucha, ahora tengo más amigos, uno que otros que quedaron siendo solo
conocidos y un par de personas a las que de seguro haré reír nuevamente pero en
un paisaje diferente.
No me puedo olvidar del teatro,
porque aunque no he logrado cuadrar mi horario para las clases de actuación,
igual estuve sobre las tablas, en los ensayos, en la obra, tras el telón, en
bastidores… claro estaba tocando.
Las vacaciones llegaron, fue el
momento de compartir con mi familia viajar a los andes, vivir en una cabañita a
la cual solo le faltaban los osos, jugar a Romeo y Julieta, bailar con los
diablos de Yare y mirar a través de sus ojos.
La gran sabana se quedo esperándome,
lo bueno es que sé que aún esta allí.
Comprendí que me gusta el buen
vino, el silencio, mis amigos, las artes y la música… La música es capaz de
enamorarme.
Enserio, luego toco ponernos
serios y creernos en pleno American Idol y aunque por un momento tuve la
certeza de que no teníamos la menor idea de lo que hacíamos, resulto que todo
salió muy bien.
En medio de toda la locura y el
dolor de pies, no hubo ánimos de organizar TheBigParty por el contrario me tocó
jugar a ser Dj por una hora, mientras me llamaban del otro lado del mundo para
desearme un feliz cumpleaños. Desde entonces me acompaña el Oso, una grande y
hermoso, que además ahora tiene un gato loco que vino para darle alegría y
hacerle compañía.
Este año el paraíso tomó nuevos
matices, el atardecer a orillas de la playa se convirtió en brillantes y
bailables madrugadas que terminaron amaneciendo en una envidiable calma. Este año comprendí que soy una
buena amiga, quizás la mejor de las amigas y que ahora cuento con la amistad de
personas a las que antes solo admiraba.
La música de pronto se hizo
presente y créanlo o no hasta me llamo el presidente; en cuestión de tres días
toque Jazz, y algo de… de… de… de un noseque difícil de explicar que
simplemente me pareció genial.
Comprendí que pueden haber muchos
amaneceres, que el sol sale cada día pero solo a veces estas lo suficientemente
despierto para ver como con una especie de “dimer” mágico la luz gradualmente te
va a alumbrando y los pajaritos en crescendo te cantan los buenos días con una
perfecta armonía.
Hay otras cosas divertidas de contar,
aunque no tienen sentido en realidad;
desde las azoteas se ven mejor las estrellas,
aunque hay gente que a ser pararrayos tema.
El veneno viene en frascos pequeños,
algunos son buenos para guardar secretos.
Y aunque luzcan bien,
las cosas grandes
pueden ser un big fail.
I told you
so el 2012 rockeo.
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OMGabi!
P.D. Sí, el 30 fui y me bañé en la plaza.